Hoy ha sido un día grande en nuestro barrio. Además, ya después de 4 años, este día grande empieza a serlo también en nuestro pueblo y más allá de nuestro término municipal gracias a algo tan tremendamente sencillo como las sopas. El 4rt festival de Sopes del Món del Prat de Llobregat organizado por nuestra entidad Gats, el centro Extremeño Ruta de la Plata y l’Ajuntament del Prat de Llobregat a través del Pla d’actuació del Barri de Sant Cosme, ha cerrado esta edición dejando un tremendo buen sabor de boca a todos los asistentes, unos 2500 aproximadamente a tenor de los platos de sopas que se han ofrecido en este intenso día lleno de sopas, carxofes del Prat, entidades, talleres y música.
Para empezar es justo dar las gracias a los que nos acompañan en que esto sea posible. Desde las 8’30 de la mañana, el equipo de Gats y un nutrido grupo de voluntarios (entusiastas y muy implicados!!! gran parte del éxito se debe a ellos y ellas) se han puesto en marcha para que todo estuviese a punto para la gran cita.
Han llegado las entidades, los Tum tum Prat, las danzas, el bingo, los talleres, las sopas….36 sopas, casi 500 litros de agua que han captado las mejores esencias de infinidad de ingredientes que se han llevado al fuego con mucho cariño para ser probados por todas las personas que han asistido al festival.
Casi 2000 raciones de sopas tan diferentes y ricas en matices, colores y sensaciones provocadas al entrar en contacto con ellas, como lo es nuestra sociedad y como queremos que sea nuestro pueblo, El Prat de Llobregat.
La sopa es un elemento común a todas las culturas del mundo, y más allá de pasar un buen día, el valor real de este encuentro, reside en descubrir a través de un plato de sopa caliente la variedad y la riqueza que catalanes, andaluces, extremeños, gallegos, belgas, marroquíes o ecuatorianos somos capaces de imprimir a esta 13 Rue del Percebe que configuran nuestros barrios y ciudades.
Decía Machado que necio era aquel que confundía valor y precio y la diversidad que un mundo globalizado aporta a nuestras ciudades y barrios, solo puede abordarse desde una de estas dos perspectivas.
El precio es la medida que utilizamos para culpar a toda esta nueva ciudadanía de los males que desgraciadamente nos tocan vivir en estos días. Todos aquellos discursos acerca del “coste” que tienen para nuestro país la inmigración, al final redundan en una cuestión de precio que personalmente no comparto. Ningún trabajador , venga de donde venga, sea o no catalanet o españolet, es el culpable de que no tengamos mas guarderías, mas becas de comedor, o menos trabajo.
Yo prefiero abordar estos temas desde una perspectiva de valor, y desde una perspectiva lógica y de sentido común. Hace tiempo que entendí que es imposible ponerle barreras al mundo y que nacer en un lugar o en otro, es un simple accidente. Si algo positivo tiene la globalización , es la diversidad que ha configurado en ciudades como las nuestras y sobre todo, el valor que esta suma de culturas y personas, aportan a nuestra sociedad.
El conocimiento de otras realidades a través de una muestra de sopas, es un elemento de primera magnitud para convivir, tolerar y comprender algunas de las cosas que pasan en nuestro mundo, y evidentemente, es una oportunidad para ser conscientes de que todavía, hoy, mientras nosotros comíamos sopas, calçots o carxofes, cientos de miles de personas en todo el mundo se ven obligadas a jugarse la vida o a dejarlo todo para huir del hambre, la guerra o enfermedades totalmente controladas en nuestro primer mundo.
Vaya por delante que estoy tremendamente satisfecho del día de hoy, pero como decimos en Gats, Sin Reflexión, no hay Acción y sin Acción, no hay Transformación Social. Como veis, un plato de sopa puede dar para mucho o para muy poco. Ponle valor, o ponle precio.