Así me explicaba Xesús, un anciano de los que me voy encontrando en el camino, la falta de luz y de otras cosas en su pueblo. Con 92 años que tenía el señor, para que voy a entrar yo con el en discusiones me pregunté. Después de casi 8 días sin internet, le dije al entrañable anciano: Xesús, tiene usted razón, yo llevo sin poder enviar mensajes, ni utilizar internet casi una semana, tiene usted razón, esto con Don Manuel no pasaba. Xesús esbozó una sonrisa y me dijo, buen camino.
Son esas cosas del camino, del Camiño do Santiago, un camino especial, un camino mágico al que llegué hace 9 días procedente de Madrid. Salí de la calle Ligonde de Madrid, dónde tuve en mi amigo Luís a un anfitrión de lujo, y ayer dormía en Ligonde, pero no en la cale de Madrid, si no en un pequeño pueblo Gallego dedicado a la producción de leche que dió nombre a esa calle de Madrid por ser uno de esos pequeños y especiales pueblos por los que pasa el camino de Santiago.
Sin ser la parte del camino (de mi camino) que más cargada de compromisos, entrevistas o visitas está, es un camino especial, rico en matices y sorpresas.
Pasar casi de inmediato del sol a la lluvia, del frio al calor, de un placido camino a una tremenda ascensión. De caminar solo a encontrarte con gente de Madrid, de Alemania, de Corea, de Francia, de Bélgica, de Ibiza, de Castelldefells.
De venir pregonando que nada me dolía y que estaba andando más que nunca, al repuntar de las ampollas, las tensiones musculares y otros dolores varios. Sea como sea, después de la lluvia, hasta ahora, siempre ha salido el sol y hoy, he probado suerte con internet de nuevo por qué se ha puesto a llover, aunque mientras escribo, ha vuelto a salir un radiante sol que espero me acompañe desde Melide a Arzúa. 14 Km para quedarme a 40 de Santiago de Compostela.
En los matices, contrastes, sorpresas y alegrias del camino, he tenido la suerte de cruzarme con Wolf, un hospitalario alemán que normalmente ayuda a los peregrinos en Astorga. A Isabel, que regenta el albergue Nuestra Señora del Pilar en Rabanal del camino, un encanto de persona, una familia en el camino. A Miguel y a María en Manjarín, el pueblo del último templario, dónde puede escuchar sus explicaciones sobre el nuevo orden mundial. A Jesús Jato, el hombre que con sus manos ha levantado un albergue para peregrinos en Villafranca del Bierzo y que es capaz de aliviar las dolencias de los peregrinos con sus manos. Conocí a Jesús hace 20 años, cuando el Ave Fénix eran carpas y plásticos para dar refugio a los peregrinos del camino. A Herminio, con su bonito restaurante en Villafranca, dónde puede comer con Óscar, un amigo del Prat que vino a hacer camino conmigo aquel día.
A la gente de Madrid, de Ibiza y de muchos otros lugares que se han ido solidarizando con nuestro camino a raiz de nuestra aparición en GH 12+1 con Mercedes Milá y hoy, ya de camino hacía Palas de Rei, a Carlota, una Igualadina que se vino al camino para hacer un pequeños albergue y restaurante a paso de “formiga”. A todos ellos y como no a Xesús, gracias por una semana a veces diversa, a ratos entretenida, a ratazos dura y casi toda ella, entrañable .
El 18 tuve que bajar a Barcelona, viaje relámpago en el que tuve la oportunidad de dar una sorpresa a la gente del planeta Prat (Importante, mañana 23 de abril, el Prat Radio celebra su 10º aniversario!!!!. Felicidades y especialmente a la gente que detrás del micro, siempre nos han apoyado como Noelia, Laura, Jose David, Isabel, Sergio u Óscar, el director de este necesario proyecto que hace Prat y cohesiona nuestro lugar en el mundo) y de comer con mi familia, con mis hermanos y sobrinos que hacía más tiempo que no veía y de ver aunque fue solo de pasada ya que iba de bólido a la gente de Gats, a la gente del Bar Casa Ramón, a Graciela y Jordi), a Marga de pasada en un taxi 
y a José, el vecino que más se preocupa de mi del barrio y que aprovechó para endosarme una cartera de esas que anuncian en la TV. Joder, que duro fue volver y pensar que me quedaban otros cincuenta y tantos días todavía por delante…
Pero cada día estoy más convencido de que este camino dará sus frutos. Esta semana creo que en algunas cuestiones ha sido una de las peores de mi vida, sobre todo por que he visto a un amigo abatido por el devenir de las cosas. Papi, esto va a tirar para adelante y si no tira, lo cerraremos bien, como se deben de hacer las cosas.
Sigo sin mail, sin fb, sin otras aplicaciones web desde el ordenador y por eso voy comunicando menos de lo que me gustaría.
La história con Xesús, no es exactamente como la he contado al principio. Bueno, es así al 100%, solo que en medio, yo le dije: Xesús, yo no soy mucho de Fraga ni de su partido y el me dijo que de todo tenía que haber en la viña del señor , pero que aún así, parecía buena persona. Cuando llegue a Santiago, pondré una vela en su catedral por toda la gente que quiero, para que toda la gente pueda estar mejor de lo que estamos y para que Xesús pueda ver que las luces de su pueblo vuelven a funcionar
